las raices de la generosidad y la donacion de ovulos
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Las raíces de la generosidad: historias, rituales y ciencia del dar

Un hilo invisible que nos une.

Hay un hilo que atraviesa generaciones, culturas y vidas individuales: el hilo de la generosidad. A veces aparece en los gestos más pequeños —una mano que aprieta la tuya cuando te sientes frágil, una taza de té preparada en silencio en un momento de cansancio. Otras veces toma la forma de actos extraordinarios, como donar tiempo, energía o incluso una parte de sí para cambiar radicalmente el futuro de otra persona.

Cuando hablamos de salud, maternidad y fertilidad, la generosidad adquiere un significado aún más poderoso. Donar en este contexto no se trata solo de lo que damos a los demás, sino también de lo que recibimos a cambio: un sentido de pertenencia, resiliencia y conexión. Es un proceso recíproco, donde quien da y quien recibe caminan juntos.

Donar entre mito y ciencia: una herencia universal.

Las primeras historias sobre la generosidad vienen de los mitos. Los griegos contaban de Deméter, diosa de las cosechas, que entregaba el grano a los hombres para que no conocieran más el hambre. En los pueblos mayas, la diosa Ixchel representaba la luna y la fertilidad, guardiana de los ciclos femeninos y de la medicina. En muchas culturas africanas, las figuras de las madres ancestrales encarnan el don más valioso: el de la sabiduría, transmitida oralmente de generación en generación.

Estos relatos, aunque nacidos hace miles de años, hablan de algo que aún sentimos hoy: la idea de que donar es una semilla. Una semilla que no siempre vemos crecer de inmediato, pero que germina de maneras imprevisibles, transformando a quien recibe y a quien ofrece.

La ciencia contemporánea confirma esta intuición antigua. Los estudios en neurociencias han demostrado que cuando realizamos un acto altruista se activan las mismas áreas cerebrales que se encienden con el placer y la recompensa. Una investigación publicada en Science (Dunn et al., 2008) mostró que gastar en los demás genera más felicidad que gastar en uno mismo. No es solo poesía, entonces: es biología, química cerebral, oxitocina que circula y fortalece nuestros vínculos.

Generosidad y bienestar femenino.

Para las mujeres, el tema del dar siempre ha tenido una dimensión particular. A veces es una generosidad visible —criar hijos, apoyar a amigas, cuidar de los padres. Otras veces permanece silenciosa e invisible, como las horas dedicadas a escuchar, organizar, crear espacios de seguridad emocional.

Estos gestos cotidianos tienen un valor enorme. La psicología positiva los define como microactos de altruismo, y demuestra que contribuyen a fortalecer la resiliencia frente al estrés. El apoyo social, sobre todo entre mujeres, es uno de los principales factores protectores para la salud mental (OMS, 2022).

Y luego existen formas de donación más extraordinarias, como la donación de óvulos. No es un gesto para emprender a la ligera: implica reflexión, conciencia, responsabilidad. Pero representa un acto de generosidad que toca profundamente la esfera de la fertilidad y la maternidad. Es un regalo que puede abrir nuevas posibilidades a quien sueña con ser madre o padre.

Historias que inspiran: cuando el don se convierte en vida.

Detrás de las estadísticas hay rostros e historias que hablan por sí solas.

María, de 38 años, cuenta que durante su recorrido de infertilidad se sentía aislada, rodeada de silencios y preguntas difíciles. Luego encontró un grupo de mujeres en línea. “Nunca nos vimos en persona —escribe— pero esas voces, esos mensajes diarios fueron el regalo más grande. Me permitieron no sentirme más sola, creer que lo lograría, fuera cual fuera el resultado”.

Otra historia llega de Lucía y su madre. Cuando Lucía decidió convertirse en donante, contó su elección a su madre temiendo un juicio. En cambio, encontró apoyo y orgullo. “Pensé en cuando yo misma recibí tanta ayuda durante el parto —me dijo— y entendí que tu generosidad es la continuación de ese don que yo, a mi vez, había recibido”.

Son ejemplos que muestran cómo el don no se agota en el momento en que se hace: sigue vibrando, se multiplica, se convierte en herencia.

Ritualidad del dar: un lenguaje universal.

Donar no es solo un acto, sino también un ritual, un lenguaje que atraviesa culturas.

En Japón, la práctica del okurimono enseña que el valor del regalo no está en el objeto, sino en la intención con la que se ofrece.

En muchas comunidades africanas, el nacimiento de un niño es celebrado por toda la colectividad: no es solo la madre quien cuida al recién nacido, sino todo el pueblo que “dona” recursos, tiempo y energía.

En América Latina, los círculos femeninos de luna llena son momentos en que las mujeres comparten historias, rituales y bendiciones, ofreciéndose recíprocamente escucha y presencia.

Estos rituales nos recuerdan que la generosidad es un lenguaje universal: reconocer al otro como parte de sí.

Donar como práctica de resiliencia.

Es importante subrayar que la generosidad no borra las dificultades. Ningún gesto altruista puede eliminar el dolor o el estrés. Pero puede transformarlos.

La investigación lo confirma: Algunas investigaciones sugieren que quienes realizan actos de altruismo muestran una mayor capacidad de enfrentar eventos estresantes como la que evidencia que quienes reciben apoyo de una red social —pequeña o grande— tienen menos riesgos de desarrollar ansiedad y depresión (OMS, 2022).

Esto es particularmente cierto para las mujeres que atraviesan procesos complejos relacionados con la fertilidad o la maternidad. Tener a su lado una red generosa, hecha de escucha y de compartir, no resuelve los problemas médicos, pero cambia radicalmente la experiencia emocional de ese camino.

Conclusión.

La generosidad es una raíz que se hunde en lo más profundo de nuestra humanidad. No es solo un gesto: es una práctica que nos hace más resilientes, que construye vínculos, que permite a la vida expandirse en formas nuevas e imprevisibles, así como lo hacen nuestras «Floras» con el acto tan hermoso y único que es el donar óvulos.

Hoy, Yo Soy Flora te invita a dar un paso aún más grande y unirte a nuestra familia de Floras: el generoso acto de donar óvulos, un regalo que puede transformar la vida de otra mujer, abriéndole la puerta a la maternidad y ofreciendo una esperanza invaluable.

Si sientes el llamado de ayudar a otras mujeres en su camino hacia la maternidad, únete a nuestra causa. Tu generosidad puede cambiar vidas y ser la semilla de una nueva historia.

Contáctanos a través de nuestras redes sociales, puedes escribir a [657303780] o visitar nuestra PÁGINA WEB
para saber más sobre cómo puedes hacer la diferencia convirtiéndote en donante de óvulos . Juntas podemos construir una red de apoyo y generosidad que transforme el futuro de muchas mujeres.

Fuentes.

Dunn, E. W., Aknin, L. B., & Norton, M. I. (2008). Spending money on others promotes happiness. Science.

Nature Human Behaviour (2020). The neuroscience of altruism and prosocial behaviour.

Organización Mundial de la Salud (2022). Salud mental y apoyo social: datos clave.

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