En Zamora, la mayoría de las localidades tiene una mayor cantidad de residentes nacidos antes de la Guerra Civil que personas nacidas en el actual siglo XXI. Esta situación es una representación devastadora de una parte de España que está experimentando un declive demográfico grave y que es un reflejo de una situación mundial. Es un dato preocupante para un país en el que la mitad de las provincias han experimentado una disminución en su población en los últimos diez años.
Hoy, centraremos nuestra atención en Aliste, una región en Zamora que se encuentra en el noroeste de la Península Ibérica y limita con Portugal.
Esta zona, que ya sufre de despoblación, tiene una tasa extremadamente baja de residentes menores de 20 años (13.1%), lo cual es la cifra más baja en toda Europa. Que, según las proyecciones estadísticas de la Unión Europea, se espera que el número de jóvenes se reduzca a la mitad en los próximos treinta años. Aquí convergen la falta de inversión, una baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población.
Santiago León, un pastor, nos cuenta cómo se ha descuidado el bienestar de aquellos que se quedaron en el pueblo en lugar de preocuparse por los que se marcharon. Esta negligencia ha llevado al deterioro generalizado de la región, hasta llegar a la situación actual en la que, si no se repara una gotera, al final se queda uno sin casa.
Es los últimos años, la población española solo ha aumentado un 1,81% y aun así, más de la mitad de las provincias sufren un grave problema de despoblación y cada vez se acercan más a ser pueblos abandonados.
Esta tendencia se extiende por todo el interior de la península, pero ya llega a ser casi trágico en el noroeste del país, donde ocho provincias perdieron a más del 5% de sus vecinos y el epicentro absoluto de esta catástrofe es Zamora.
La edad media en Zamora, Ourense y Lugo se encuentra alrededor de los 50 años. Estas tres provincias y la vecina portuguesa de alto Tamega, son los cuatros territorios europeos donde es super difícil encontrar personas menores de 20 años.
Hoy en día no parece que la emigración actual justifique el alcance de esta crisis, pues la inmigración compensa con creces las salidas. Y es este problema es más que todo debido a la baja fecundidad que se produce en estas regiones, que menos bebes nacen cada día, y sin bebés nuevos, no habrá personas jóvenes y las que hay solo irán envejeciendo.
Como hemos hablado en otras ocasiones, esto es un hecho muy triste, pues los pueblos a medida que van envejeciendo solo corren riesgo de desaparecer, perdiendo costumbres, memorias y hasta cultura. Un hecho cada vez más real en Europa y en otras partes del mundo, poblaciones enteras con riesgo de desparecer del todo, pueblos abandonados que pensamos solo existen en la ficción.
Por esto nuestras donantes de óvulos son tan importantes, ellas forman parte de esta lucha para evitar esto, porque ellas ayudan directamente a la Vida, ayudando a nacer a los niños del futuro, niños que vienen a llenar un mundo cada vez un poco más vacío.
Porque un mundo sin niños, es un mundo sin futuro.
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