leanne y la donacion de ovulos
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Leanne Armstrong y su viaje como donante de óvulos.

Esta es la historia inspiradora de Leanne Armstrong de 39 años de edad, directora de una funeraria.

Todo comenzó hace algunos años, un día cualquiera en su auto, mientras escuchaba la radio durante su trayecto al trabajo. Aquel día algo cambio, un anuncio sobre donación de óvulos captó su atención, y ese instante transformaría para siempre no solo su vida, sino la de una familia que enfrenta dificultades para tener hijos.

Como madre de Elise y Nyle, Leanne entendía profundamente el regalo de la maternidad. Su trabajo diario con familias en duelo le había enseñado el valor incalculable de la vida. Cada día veía el dolor de perder a un ser querido. Y se preguntaba, ¿Por qué no ayudar a traer nueva vida al mundo?, Con esa idea en mente, decidió actuar.

El proceso: una experiencia significativa.

Tras una exhaustiva evaluación médica y psicológica, Leanne inicio el proceso, que incluyó un tratamiento hormonal para estimular la producción de óvulos. “Al principio tenía dudas, pero el personal médico fue muy atento y me explicaron cada paso. Me sentí cuidada en todo momento.”

Durante diez días, su rutina incluyó pequeñas inyecciones hormonales. “Mi hija, que tenía 16 años en ese momento, me ayudaba a prepararlas. Fue una experiencia que nos unió mucho. Entendió que estaba haciendo algo especial por otras mujeres, y eso la hizo sentir muy orgullosa.”

La alegría de dar vida.

El acto de poder donar resultó un proceso muy gratificante para ella, y la emoción de saber que una familia estaba cumpliendo su sueño de ser padres fue indescriptible; lo que la llevo a tomar la decisión de donar otras veces. Recordó que, “la donación es un acto de esperanza y vale la pena intentarlo.”

Leanne sabe que al donar ella ha dejado una huella imborrable en sus vidas. “Lo que di fue una oportunidad a otras personas de ser felices y formar una familia, y eso no tiene precio.”

Un acto de amor.

Cuando alguien le pregunta si fue difícil donar sus óvulos, Leanne siempre responde lo mismo: “No, no fue difícil ya que estaba regalando esperanza. Y ese es el regalo más valioso que puedes dar.”

Su historia es un recordatorio de que los actos de generosidad más extraordinarios a menudo comienzan con un pequeño paso. “Si alguna vez te planteas donar, hazlo con el corazón. Saber que has ayudado a una familia a cumplir su sueño es una sensación increíble.”

La historia de Leanne al igual que la historia de nuestras floras nos recuerda que a veces los actos más extraordinarios de generosidad comienzan con un simple momento de escucha.

Si estás considerando ser donante de óvulos, en Yo Soy Flora estamos aquí para guiarte. Si tú al igual que Leanne deseas ser un puente de amor, contáctanos por WhatsApp al 657303780 o visita nuestra PÁGINA WEB para obtener más información. Tu decisión podría cambiar vidas, incluida la tuya. 😊 Cada gesto altruista puede marcar la diferencia. ¡Haz del tuyo algo extraordinario!

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