Fotografía: Marie Dashkova
¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre en nuestros cuerpos durante el ciclo menstrual? Bueno, estamos aquí para explorar ese misterio. Este proceso fisiológico nos lleva por una montaña rusa emocional y física, manifestándose tanto interna como externamente.
¿Estás lista para el viaje?
¡Asegúrate de también echar un vistazo a nuestro video ilustrado para una experiencia aún más enriquecedora!
El video explica de forma sencilla y amena qué sucede en nuestros cuerpos durante el ciclo menstrual, tanto a nivel físico como emocional. Pues, aunque sí es un tema muy normal y que debería de normalizarse muchísimo más, la verdad es que creemos que también aún hay muchas cosas que quizás no todas conocemos.
Yo te voy a contar lo mismo, pero con un poco más de humor y algunos consejos prácticos. ¡Espero que te guste!
Empecemos por el principio: el primer día del ciclo, o sea, el primer día de sangrado.
Ese día que muchas odiamos porque nos sentimos cansadas, con cólicos, náuseas, insomnio, débiles y con cambios de humor. Ese día que nos dan ganas de quedarnos en la cama con una bolsa de agua caliente y una tableta de chocolate. Pero ¿Por qué nos pasa esto?, pues porque las hormonas se vuelven locas y eso nos afecta de una u otra manera.
Resulta que el ciclo menstrual está influenciado por varias hormonas que son las responsables de los cambios que experimentamos en los diferentes días, ya sean físicos o emocionales. El primer día, por ejemplo, quien comanda estos cambios es la baja producción de progesterona, que es la hormona que mantenía el revestimiento del útero listo para recibir un óvulo fecundado.
Como no hubo embarazo, la progesterona baja y el revestimiento se desprende, ese revestimiento está compuesto por sangre y tejido uterino, y al desprenderse es lo que llamamos propiamente como menstruación.
Pero no todo es malo, después de la menstruación, la glándula pituitaria libera una hormona llamada FSH, u hormona folículo estimulante. Esta hormona hace que uno de los óvulos que tenemos en los ovarios madure y se prepare para ser liberado.
A partir de este punto, la producción de estrógenos comienza a aumentar, el estrógeno es el principal responsable de preparar a todo nuestro cuerpo para un posible embarazo y es la hormona que también nos hace sentirnos y vernos más lindas durante esos días.
Pues cuando estamos en el día 3 o 4 del ciclo, es cuando empezamos a notar que tenemos más energía y nos sentimos más optimistas en general. Es como si las hormonas nos dijeran: «Vamos, chica, tú puedes con todo», ¡Y así es!
Durante estos días, podemos aprovechar para hacer cosas que nos gusten, como salir con amigas, leer un libro o ver una película.
En los siguientes días el estrógeno sigue aumentando y nos hacen sentir aún mejor, podrás notar una piel suave y brillante, un cabello sedoso y un ánimo radiante.
En estos días es bueno aprovechar para cuidarnos más, ponernos ropa bonita o maquillarnos un poco.
Aproximadamente del día 10 al 14, te podrías sentir más atractiva. Estos son tus días más fértiles y también es probable que tu deseo sexual aumente. ¡Es un excelente momento para salir, divertirte y disfrutar de tu energía renovada!
Al llegar al día 14, si tu ciclo es regular pues todos los cuerpos son diferentes y no todas somos como un reloj, llega finalmente el día de la ovulación.
En este punto, la LH u Hormona Luteinizante y la FSH provocan la liberación del óvulo y aumenta la testosterona, marcando el momento más fértil del ciclo. Durante este pico hormonal, es posible que experimentes punzadas en la pelvis y cierto cansancio.
En este punto, si el óvulo no es fecundado dentro de las siguientes 24h, nuestro cuerpo ya se comienza a preparar para disolverlo y expulsarlo con la menstruación, así como en el día 1.
¿No os parece asombroso que solo 24h sean necesarias para poder crear vida? Y que si pasa en cualquier día diferente no es posible, la verdad es que si nos ponemos a pensar, el embarazo es como un pequeño milagro, pues todo debe sincronizarse.
Ya en los días posteriores es común experimentar cambios de humor, dificultad para concentrarse y sensación de hinchazón, menos energía y cansancio. No hay que alarmarse, ya que esto es completamente normal y les sucede a todas las mujeres.
En los últimos días del ciclo, del 26 al 28, es probable que experimentes ciertas molestias, como dolor en los senos y otros síntomas premenstruales. Este es un buen momento para mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio, evitar la cafeína, el azúcar y mantenerse hidratada, para ayudar a equilibrar los niveles de serotonina y manejar mejor el síndrome premenstrual.
Es importante recordar que estos cambios en nuestros cuerpos son normales y naturales. Conocer y entender estos procesos puede ayudarte a cuidar y satisfacer tus necesidades en cada etapa.
También es importante destacar que los días son muy variables, pues todos los cuerpos son diferentes y todas las mujeres somos diferentes, así que quizás no todas las experiencias se ajusten exactamente a las descritas previamente. Hay algunas mujeres que pueden sentirse más emocionales o irritables en diferentes días, mientras que otras pueden sentirse más creativas y energéticas.
Eso es lo maravilloso de la feminidad: todas somos diferentes y todas nuestras experiencias son válidas.
En ocasiones, puedes sentir que tu cuerpo y tu estado de ánimo cambian de una manera que no se ajusta a lo que lees en los libros de texto. Es en estos momentos cuando debes recordar que no existe una ‘normalidad’ establecida. Cada una de nosotras tiene su propia ‘normalidad’, que es tan única y especial como nosotras mismas.
Además, recuerda que la menstruación no es solo sobre los síntomas físicos y emocionales. Es también un recordatorio de la asombrosa capacidad de nuestros cuerpos para crear vida, entonces, incluso en esos días cuando te sientas hinchada y menos energética, trata de recordar lo maravilloso que es tu cuerpo, porque todas tenemos magia y la capacidad de crear milagros.
Aunque los cambios que ocurren durante el ciclo menstrual puedan parecer un desafío a veces, también pueden ser vistos como un recordatorio de nuestra fortaleza y resiliencia. Después de todo, ¿qué podría ser más poderoso que ser capaz de atravesar estos cambios mes tras mes y seguir avanzando?
Entonces, la próxima vez que estés experimentando cambios de humor, o sintiéndote hinchada, o simplemente pasando por tu ciclo menstrual, date una palmadita en la espalda. ¡Estás navegando por los mares de la feminidad con gracia y coraje, y eso es algo para celebrar!
Nunca olvides, que tu experiencia es tan única como tú, y que no hay nada ‘extraño’ o ‘incorrecto’ en cómo te sientes o en lo que experimentas.
Así que, ¡sigue brillando, sigue siendo tú, y sigue abrazando la maravillosa mujer que eres!
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